09/2012
Un modelo canino prueba la eficacia de la terapia génica contra la retinitis pigmentaria humana
La retinitis pigmentaria ligada al cromosoma X es la forma más grave de la enfermedad
Un equipo médico de la Universidad de Pennsylvania ha probado un protocolo de terapia génica en dos enfermedades de los fotorreceptores oculares caninos, que se consideran modelos animales de la retinitis pigmentaria ligada al cromosoma X de las personas.
La ceguera de origen retiniano hereditaria está causada por mutaciones de los genes que se expresan en los fotorreceptores o en el epitelio pigmentario de la retina. Hasta el momento, se han llevado a cabo experimentos basados en terapia génica contra enfermedades del epitelio pigmentario en ratones y perros cuyos resultados se han podido trasladar a los seres humanos, en los que se están llevando a cabo nuevos estudios. Pero no se ha podido hacer lo mismo con los tratamientos para evitar la ceguera primaria causada por problemas en los fotorreceptores.
Así, un equipo de la Sección de Oftalmología de la Escuela de Medicina Veterinaria de la Universidad de Pennsylvania (Filadelfia, Estados Unidos) ha llevado a cabo un estudio* para evaluar la eficacia de la terapia de aceleración génica en dos enfermedades caninas que se pueden utilizar como modelos animales de la retinitis pigmentaria ligada al cromosoma X de las personas. Este proceso patológico consiste en que se produce una mutación en el gen regulador de la GTPasa, que codifica una proteína ciliar de los fotorreceptores. Los resultados del estudio han sido satisfactorios, y los autores afirman que la terapia funciona.
Tras la inoculación subretinal de un virus recombinante capaz de estimular la producción de los promotores IRBP y GRK1 humanos, la observación en vivo mostró que los núcleos de los fotorreceptores se preservaban en las zonas de la retina tratadas. La función fotorreceptora de bastones y conos era mayor en las áreas donde se había inoculado el virus recombinante (tres de cuatro) que en los animales usados como control.
Los análisis histopatológicos evidenciaron una estructura normal de los fotorreceptores y reversión de la deslocalización de las opsinas en las áreas tratadas, con expresión de la proteína humana RPGR en bastones y conos.
La eficacia de esta terapia génica para luchar contra la retinitis pigmentaria ligada al cromosoma X en modelos animales de entidad, como el perro, abren el camino a su utilización en personas.
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